ECOGRAFÍAS


Desde la prevención del cáncer hasta el diagnóstico prenatal, la ecografía es un método inocuo e indoloro para ver el estado de los órganos internos. En ellas las estructuras del cuerpo se representan como imágenes gracias a las ondas ultrasónicas.

La ecografía es la técnica por excelencia para poder diagnosticar cualquier patología ginecológica. Las ventajas dinámicas y de exploración directa proporcionan una mayor fiabilidad que otras técnicas diagnósticas complementarias como el TAC o la resonancia magnética.

Las ecografías ginecológicas vaginales y abdominales son una herramienta que nos permite obtener una visualización detallada de los órganos genitales internos para su posterior evaluación.

Ecografía obstétrica 2D

Este es el tipo de ecografía más utilizado para llevar a cabo el control del crecimiento y detectar posibles alteraciones del feto.
A las 20 semanas de embarazo es cuando el feto está formado completamente por lo que se efectúa una ecografía morfológica determinar que no sufre ninguna malformación.

Durante el período de gestación es habitual realizar múltiples ecografías de forma periódica entre las que se encuentra la ecografía doppler, que posibilita el control y observación de los flujos que alimentan al feto.

Ecografía obstétrica 4D

Las ecografías 4D permiten ver la superficie del feto gracias a un proceso informático de señales ecográficas.

Ver la superficie implica poder apreciar la fisonomía del rostro del feto, un hecho muy gratificante para quienes esperan un hijo.
Se conocen como 4D al introducir y considerarse el movimiento como una 4a dimensión.

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